El Grupo de Teatro San Javier estrena “Las mujeres sabias”, de Molière bajo la dirección de la actriz Dori Buendía

Espectáculo: “Las mujeres sabias”, de Molière. Grupo de Teatro San Javier
Fecha: Miércoles 16 de agosto
Hora: 22:30h.
Espacio: Auditorio Parque Almansa, San Javier
Entrada: 12 y 15 euros

Como cada año , el grupo de teatro aficionado “San Javier”, heredero del grupo de teatro local que hace 53 años inició lo que hoy es el Festival Internacional de Teatro, Música y Danza , tiene su hueco en la programación. En esta ocasión llega el 16 de agosto con un clásico, “Las mujeres sabias”, de Molière que dirige Dori Buendía, actriz veterana del grupo que por primera vez se pone al frente de una de las producciones de la formación teatral de San Javier. “He querido divertir y distraer” afirma Dori Buendía que también se ha ocupado de adaptar el texto con leves cambios que acortan el original, incluyendo alguna referencia a la actualidad.

Dori, que había dirigido alguna obra con otros grupos y asociaciones, subraya los valores del teatro de Molière del que había interpretado “El enfermo imaginario”,aunque para su primera dirección con el grupo se decantó por “Las mujeres sabias”. La obra habla de mujeres y muestra cómo se comportaban y cuáles eran los roles de mujeres y hombres en el siglo XVII. Un total de 11 actores intervienen en el montaje que transcurre en un jardín francés, para lo que han contado con la colaboración de un vivero local , Ala 30. Dori Buendía se siente orgullosa del reclutamiento de tres actores jóvenes que no pertenecían al grupo y que “están dando un gran resultado”. El montaje, cuenta además con música original de Teo Martínez.

La obra que es una sátira sobre la pretenciosidad intelectual y la hipocresía en torno al intelecto transcurre en la casa de una familia francesa de la alta sociedad. Entre las mujeres de la casa se ha instaurado un enorme interés por la ciencia y una exaltación por la cultura. Otros personajes, como el padre de familia, la hija menor y su pretendiente, así como las personas de servicio, ponen la nota de realismo que están perdiendo el resto de las mujeres y caballeros “pedantes” que las rodean.